Najafabad Patina

La ciudad de Najafabad está situada en el centro de Irán, justo al oeste de la antigua capital persa, Isfahan. A pesar de no gozar del reconocimiento que tiene esta famosa ciudad vecina, Najafabad produce alfombras extremadamente duraderas hechas con lana de primera calidad. Las alfombras de Najafabad se han inspirado en las creaciones de las ciudades vecinas de Isfahan y Keshan. 

Las alfombras se caracterizan por presentar a menudo diseños curvilíneos, medallones en tonos cálidos, vibrantes en rojo y azul; así como tonos también más sutiles como color marfil, beige, azul pálido y verde caqui. Los tejedores usan el nudo persa, que permite una gran precisión. Los diseños tienden a ser simétricos, bien equilibrados, con un hermoso y sorprendente contraste entre el espacio central y los bordes. Estas alfombras tienden a venir en tamaños medianos y grandes de 200x300 cm y más. Esto las convierte en una excelente opción si está buscando decorar habitaciones y espacios más grandes. 

Una alfombra Najafabad clásica en un entorno moderno puede dar ese toque de contraste exquisito y una sensación general genuina y bien equilibrada. Estas alfombras son extremadamente económicas y constituyen una excelente inversión a largo plazo. Son muy duraderas y perfectamente capaces de soportar el uso diario. Si se cuida adecuadamente, una alfombra de Najafabad envejecerá con gracia y podrá ser apreciada por su belleza y diseños coloridos durante muchos años y apreciada por las generaciones venideras.

Patina

Nuestra colección de alfombras Patina está compuesta por alfombras persas más antiguas que muestran signos de desgaste natural y envejecimiento. Las alfombras se seleccionan cuidadosamente con la intención de preservar su patrimonio cultural y darles nueva vida. Todas nuestras alfombras Patina se lavan antes de someterse a una inspección exhaustiva. Si se encuentran signos de daños, estos se reparan y si la pila esta se recortada de manera desigual, se pule suavemente para lograr una pila uniforme y para darle un brillo natural a la alfombra.

El resultado es una pieza única que aún posee todas las cualidades de una alfombra antigua anudada a mano. Así se crean hermosas alfombras con apariencia genuina de patina, que serán disfrutadas por las nuevas generaciones.