El término Kelim o Kilim, deriva de la palabra farsi Gilim que significa manta tejida gruesa. Durante varios miles de años, los kilims orientales han sido tejidos por nómadas en Irán, Afganistán, Turquía, Moldavia y otras. Estos se consideran una parte intrincada del estilo de vida y la cultura nómada. Se utilizaron originalmente como mantas, revestimientos decorativos para el piso, bolsos y cortinas para tiendas. Los kilims se tejen a mano utilizando la técnica tradicional de tejido kilim y están hechos principalmente de lana de las ovejas de los nómadas.
Kilims es un producto extremadamente versátil que se ha vuelto increíblemente popular hoy en día. Muchos consideran que Oriental Kilims es el accesorio de decoración de interiores perfecto para el hogar moderno. Son apreciados por sus esquemas de color natural, diseños vivos y geométricos. Debido a la técnica de tejido, la mayoría de los Kilims no tienen pelo como las alfombras anudadas a mano, aunque a veces presentan detalles y pelo anudado.
Los Kilims pueden colgarse fácilmente en una pared, usarse sobre una mesa, el piso, o incluso extenderse sobre el brazo lateral de un sillón o sofá, esto debido a que son delgadas y livianas. También suelen ser utilizados como fundas de cojines y mantas debido a sus simples diseños geométricos, agregando el toque perfecto a su hogar.