La ciudad de Kerman está situada en el sudeste de Irán, a 1000 km al sur de Teherán, en el desierto de Dasht-e-Lut. Se considera una de las principales áreas productoras de alfombras de Irán, a diferencia de otras partes de Persia, Kerman pudo florecer con relativamente poca interferencia e invasiones del mundo exterior debido a su ubicación geográfica remota y aislada.
Los tejedores de Kerman pudieron perfeccionar sus habilidades para hacer alfombras en paz y como resultado su creatividad artística floreció. El color y las habilidades de teñir de la región no tenían paralelo y los tintoreros de Kerman se hicieron famosos por producir delicados y sutiles tonos de color claro, que no se encuentran en ningún otro lugar.
Las alfombras Kerman suelen presentar ricos fondos rojos y azules tradicionales que están bellamente adornados con tupidos diseños florales curvilíneos que asemejan floreros, estos en tonos claros. Las alfombras con medallones centrales y campos de flores ricamente decorados, jarrones con palmetas de gran tamaño y gruesos bordes florales también son característicos de la región de Kerman.
Estas alfombras todavía están consideradas entre las alfombras persas más elegantes y refinadas, aunque la calidad de las alfombras de hoy en día no es tan alta como antes.
En la década de 1920 hubo una mayor producción de alfombras de menor calidad con pilas más gruesas, diseños más simples y combinaciones de colores menos variadas para satisfacer la creciente demanda del mercado estadounidense.
Esta tendencia ahora ha comenzado a cambiar lentamente y en los últimos 40 años las alfombras de mayor calidad y densidad de nudos, con una variación de color más diversa y los diseños tradicionales de Safavid están volviendo al mercado.