La ciudad de Hamadan está situada a unos 300 km al oeste de Teherán, en la parte occidental de Irán. Las alfombras anudadas en las aldeas y pueblos vecinos que rodean la ciudad se venden en Hamadan, una ciudad conocida por ser un centro para el comercio de alfombras. Hamadan es una de las ciudades más antiguas de la antigua Persia, siendo también uno de los centros de tejido más productivos y diversos.
Las alfombras más finas de mayor calidad se venden bajo sus propios nombres de ciudades o pueblos de donde provienen como Hosseinabad, Toiserkan, Nahavand, Malayer, Enjilas, Lillian o Zanjan y las que tienen cualidades más simples, bajo el término genérico “Hamadan”.
En general, las alfombras Hamadan tienden a ser de buena calidad y son una gran inversión. Con el cuidado adecuado, estas alfombras pueden durar muchos años y quedan como legado para generaciones venideras.
Debido a la gran variedad étnica y al gran número de aldeas en la provincia de Hamadan, hay una gran variedad de alfombras, las hay con medallones, así como también con patrones repetidos. El diseño más usado es el patrón Herati.
Las alfombras Hamadan se encuentran predominantemente en varios tonos de azul índigo y rojo más oscuro con detalles más suaves de color beige marfil que proporcionan un hermoso contraste.
Las alfombras Hamadan más antiguas son un hallazgo raro hoy en día, conocidas por el nombre de Shahar-baff (nudo de la ciudad), estas cuentan con una mayor calidad y entre los coleccionistas disfrutan de una buena reputación.
Patina
Nuestra colección de alfombras Patina está compuesta por alfombras persas más antiguas que muestran signos de desgaste natural y envejecimiento. Las alfombras se seleccionan cuidadosamente con la intención de preservar su patrimonio cultural y darles nueva vida. Todas nuestras alfombras Patina se lavan antes de someterse a una inspección exhaustiva. Si se encuentran signos de daños, estos se reparan y si la pila esta se recortada de manera desigual, se pule suavemente para lograr una pila uniforme y para darle un brillo natural a la alfombra.
El resultado es una pieza única que aún posee todas las cualidades de una alfombra antigua anudada a mano. Así se crean hermosas alfombras con apariencia genuina de patina, que serán disfrutadas por las nuevas generaciones.